El argentino marcó el segundo tanto en el 3-0 del elenco francés sobre el Leipzig alemán. En el partido por el título se medirá con quien resulte ganador de la semifinal que animarán este miércoles Lyon y Bayern Munich.
El delantero argentino Ángel Di María, con un gol y dos asistencias, metió a París Saint Germain de Francia en su primera final de la Liga de Campeones de Europa, al vencer a Red Bull Leipzig, de Alemania, por 3 a 0 en Lisboa, a puertas cerradas por el coronavirus.
En el equipo francés anotaron el brasileño Marquinhos (12m. PT) y Di María (40m. PT), que también dio las asistencias del primero y el tercero, y Juan Bernat (13m. ST).
Además, el volante argentino Leandro Paredes jugó como titular en el PSG y su compatriota Mauro Icardi vio la clasificación desde el banco de suplentes.
Con esta victoria, París Saint Germain se metió en su primera final de la Liga de Campeones de Europa, que se jugará el domingo, a las 16, ante el vencedor de Bayern Münich, de Alemania, y Olympique de Lyon, de Francia, que jugarán este miércoles.
El pase a la instancia definitoria se respaldó en la enorme actuación del primer tiempo y la consolidación en el segundo, sin demasiado desgaste. En el primero, Leipzig se rindió rápidamente frente al talento del tridente ofensivo integrado por Di María, Neymar y Kylian Mbappé.
Es que los minutos iniciales tuvieron a dos equipos decididos a ir por el boleto a la final. Cada uno con su posicionamiento táctico: París Saint Germain se mostró más adelantado y apostó fuerte al uno contra uno de sus atacantes, mientras que Red Bull Leipzig se paró detrás del mediocampo y desplegó un marcaje escalonado en toda la cancha para salir con velocidad cuando el panorama se lo permitiera.
Sin embargo, la reaparición de Ángel Di María -suspendido para los cuartos de final- y la entrada desde el arranque de Kilian Mbappé -suplente en la llave pasada por molestias físicas- le dio mayor fluidez al ataque parisino, con variantes por las bandas, rotación en todo el frente y una constante entrada y salida a la espalda de los defensores.
Al que más se lo vio disfrutar de la vuelta del rosarino y del francés al equipo inicial fue al brasileño Neymar, solitario en la llave pasada frente a Atalanta, de Italia, y así PSG consiguió una falta que terminó en el 1-0 por el cabezazo de Marquinhos, quien se impuso ante una fallida marca zonal de los alemanes.
Los dirigidos por Thomas Tuchel dominaron todas las acciones en la etapa inicial con su presión y una disposición compacta, con la dirección de Leandro Paredes desde el medio y todo el talento de sus delanteros.
De hecho, Di María puso el 2-0 en el ocaso del primer tiempo en un contexto que pareció quedarle corto por todo lo realizado frente a un Leipzig desconocido, al que le pesó la poca historia y la inexperiencia de sus jugadores en estas instancias.
Leipzig salió al complemento con Emil Forsberg y Patrik Schick, lo que obligó a una modificación en su disposición táctica al tener cuatro delanteros y al mismo tiempo cambió la intensidad, lejos de ese equipo atemorizado previo al descanso, y se adueñó de la pelota.
A pesar de las buenas intenciones mostradas, la esperanza le duró poco, ya que una pérdida en el fondo derivó en un centro de Di María a la cabeza de un solitario Bernat en el centro del área para el tercero.
La serie sentenciada dio lugar solamente para ver una actuación desteñida de Leipzig y varias ocasiones claras más en los pies de los jugadores de PSG, que no terminaron en goles porque siempre buscaron terminarla de una manera lujosa y porque enfrente estuvo Peter Gulasci.